Te mostramos una serie de pasos sencillos para cuidar tu jardín en Primavera.
Sabemos que durante el invierno el jardín apenas se usa, y es con la llegada de la primavera y la temperatura más agradable, cuando las condiciones son más favorables para disfrutar del jardín, llegando a ser el lugar preferido de la casa. Por eso, si el verano pasado te diste cuenta de que a las zonas exteriores les haría falta un cambio, ahora es el momento de planificar el jardín de nuevo.
Cualquier cosa u obra que vayas a hacer en el jardín conviene que la hagas ahora. Así tendrás tiempo de sobra para acondicionar el jardín antes de que llegue la temporada de vivir en el exterior.
En Gardenmas tenemos muy en cuenta la llegada de la primavera, y nos anticipamos a ella para poner a punto el jardín y sacarle el máximo partido. A continuación, te comentamos los principales factores a tener en cuenta en la puesta a punto.
Revisar el riego: Es bueno que comiences a revisar toda la instalación de riego. Tanto si cuentas con un sistema automático como si no, asegúrate de que no existen fugas y, en caso de que las haya, aprovecha para repararlas. También es un buen momento para poner a punto todo el mobiliario exterior. Comprueba que todo se encuentra en perfecto estado y, si echas en falta algún que otro elemento, comienza a preparar el presupuesto para su adquisición
Abonar: La primavera es un momento perfecto para alimentar a las plantas, aportando abono con el que favorecer su crecimiento.
Controlar las malas hierbas: Las hierbas adventicias o no deseadas empiezan a crecer en primavera, por eso es el momento de arrancarlas de raíz y evitar que se hagan fuertes y colonicen el jardín.
Revisión de sombreamientos y mobiliario: Muchas veces el mobiliario ha sufrido mucho y ha perdido su vida útil, es recomendable realizar una revisión para asegurar que todo se encuentra en buenas condiciones.
Sanear el césped, otro aspecto fundamental para preparar el jardín para la primavera
Es momento de desempolvar el cortacésped, y comenzar a mimar un poco nuestro manto de hierba. Si bien durante los meses de frío hemos dejado crecer libremente nuestro césped, esta antesala de la primavera nos obliga a volver a domarlo. Para ello, lo ideal es que comencemos a segar con cierta regularidad. Una labor que debe estar acompañada de ir retomando, poco a poco, una pauta de riego acorde con el aumento de temperaturas.
Pero no son estas las únicas tareas que demandará nuestro césped. Otro aspecto fundamental es que eliminemos las malas hierbas que pueda tener y, también, que suplamos las zonas en las que falte hierba. Algo íntimamente ligado a esas plantas adventicias pero, también, a la acumulación de humedad durante los meses de invierno.
5. Plantar vivaces, bulbosas o anuales
Y, llegados a este punto de preparar el jardín para la primavera, es momento de disfrutar. De disfrutar de verdad. Y es que plantar nuevas plantas es siempre sinónimo de alegría. Si optamos por plantas de exterior, podremos ver su peso en nuestro jardín en el mismo momento del plantado. No sucede lo mismo con los bulbos, que se tomarán su tiempo para despuntar sobre la tierra. Algo que no les resta belleza y que, sin duda, no es apto para impacientes.
Combinar unas y otras es una maravillosa manera de crear un atractivo equilibrio entre lo inmediato y el corto plazo. Una forma, en realidad, de hacer de nuestro espacio uno vivo y cambiante. La mejor propuesta para sacarle todavía más provecho.